Arranca en el Senado de Estados Unidos el ‘impeachment’ contra Donald Trump. El presidente se enfrenta a una posible destitución acusado de abuso de poder y obstrucción al Congreso.
Pero Trump no ha acudido al Senado, ha preferido viajar a Suiza para participar en el Foro de Davos, donde ha hecho alarde de buena gestión pero ni una sola mención al juicio político que se desarrolla en Washington.
Allí sus abogados han pedido la absolución inmediata.
“El comportamiento del presidente en ningún momento viola la ley”, han defendido en un informe en el que tachan, además, de “frívolos y peligrosos” los cargos aprobados por la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, convirtiendo así a Trump en el tercer presidente de la historia de Estados Unidos en someterse a un ‘impeachment’.
Los congresistas demócratas, actuando como fiscales, afirman en otro informe que Trump retuvo 400 millones de dólares de ayuda a Ucrania y presionó al presidente Zelensky para que investigara a su rival político, Joe Biden, y a su hijo Hunter, con intereses dentro de Ucrania.
Ahora el Senado, de mayoría republicana, es el que decidirá si expulsa a Donald Trump de la Casa Blanca.
