Los agentes forestales de Madrid cuentan para sus investigaciones con siete perros. Siete compañeros adiestrados para rastrear cadáveres o cepos ilegales. También detectan acelerantes en los incendios y otras sustancias como venenos.
Animales y funcionarios salen cada dia al campo a entrenar para rastrear incendios, sustancias venenosas o para tratar de localizar a personas desaparecidas en el monte.
Trabajan con franjas balizadas para que no dejar terreno sin rastrear. Los perros han estado en los 300 fuegos investigados el año pasado en la región.