Método Estivill. Para tener una buena salud, tan importante como otros hábitos es dormir bien, descansar correctamente. Durante el sueño nuestro organismo se regenera. Tanto dormir mucho como dormir poco puede ser un problema al que están igualmente expuestas las personas adultas como los más pequeños de la casa. Un tercio de los niños sufre trastornos del sueño y por consiguiente, sus padres también se ven afectados. Una forma de solucionar este problema es recurrir al método del doctor Eduard Estivill, quien a través de una serie de pautas, enseña a dormir tanto a unos como a otros. Recogidas todas ellas en un primer libro 'Duérmete Niño' y actualizadas ahora en una segunda publicación 'A domir!' en el que también tienen cabida otras cuestiones muy interesantes, como los ritmos de sueño antes del nacimiento, porque se sabe que el feto también duerme, o los problemas de sueño más frecuentes como el insomnio, el sonambulismo o los terrores nocturnos. Se recogen además en el libro las consultas de los padres, ofreciendo a quienes estén interesados en esta lectura una serie de recomendaciones a seguir en las situaciónes complicadas.
Metadona. Cuando hablamos de la metadona, nos referimos a un tratamiento sustitutivo de mantenimiento a opiáceos dentro de un programa de control médico. Este tipo de terapias sustituyen a la heroína, y su eficacia está demostrada... además de disminuir el consumo de drogas, disminuyen el riesgo de muerte por sobredosis, el de infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, el VIH, se reducen también las conductas ilegales relacionadas con el consumo y por supuesto mejoran la calidad de vida del adicto. Desde su introducción en nuestro país en los años 90, son más de 200 mil pacientes los que han recibido este tratamiento, y actualmente se está trabajando con él en unas 80 mil personas según los últimos datos del Observatorio Español de Toxicomanías. Ahora bien, no toda la metadona es igual, en nuestro país existen diferencias a nivel cualitativo y cuantitativo en lo que a su composición se refiere, y esto puede traer consecuencias negativas para el paciente, ya que cuando se desplaza de un punto geográfico a otro puede recibir distintas preparaciones de su tratamiento. Por ello, los expertos demandan una normalización de la metadona como si fuera el tratamiento para un paciente crónico más. Su efectividad también sería mayor.
Gonorrea. La responsable que suframos esta enfermedad sexual la tiene la bacteria Neisseria Gonorrae, que prolifera en áras corporales húmedas y cálidas, como la uretra o el aparato reproductor femenino. La infección se transmite por contacto en zonas corporales infectadas como la boca, la vagina, el pene o el ano, asi que la puede contraer cualquier persona que mantiene relaciones sexuales. Especial riesgo tienen aquellas personas que mantengan relaciones sexuales con varias parejas sin la utilización de métodos de barrera. Hasta hace pocos años se consideraba una enfermedad fácil de curar, tan sencillo como utilizar antibióticos para poner fin a la infección. Pero actualmente no es así de sencillo, la bacteria ha desarrollado resistencia a los tratamientos existentes y se la considera una grave amenaza para la salud porque no hay alternativas médicas efectivas. La advertencia nos llega desde la Organiacización Mundial de la Salud que también quiere que se refuerce la vigilancia en la evolución de esta enfermedad y se desarrollen nuevos fármacos para curar a los pacientes. Que por cierto, no son pocos, se estima que afecta anualmente a más de cien millones de personas en todo el mundo.