Si preguntáramos a nuestros abuelos y a nuestros hijos por la dieta que han llevado o llevan, las coincidiencias posiblemente se reduzcan a unas cuantas. Los primeros apostaban por comer siempre un plato de cuchara y los productos que ingerían eran todos de la dieta mediterránea, en cambio los segundos no llevan precisamente un estilo de vida mediterráneo, el consumo de frutas, verduras y legumbres ha disminuido sustituyéndose por los precocinados y los productos ricos en grasas y azúcares... de ahí los problemas de sobrepeso y obesidad que tenemos en nuestra sociedad. Para cambiar esas pautas poco saludables deberíamos contar precisamente con los abuelos, que hagan si no las cinco comidas recomendables al día, sí una o dos con los más pequeños, puede ser una buena herramienta para que transmitir las conductas alimentarias correctas. Habida cuenta son ellos quienes ayudan en el cuidado de los más pequeños, también pueden ser quienes mejor transmitan unos buenos hábitos dietéticos... prueba de ello son las conclusiones del primer estudio sobre la influencia de los abuelos en la alimentación de los niños.
Hígado graso. Cuando hablamos de este trastorno nos referimos a una afección que consiste en la acumulación de grasa en el hígado, se considera que sufrimos este trastorno cuando éste tiene más de un 5 por ciento de su peso total con contenido graso. Esta patología está presente en un 90 por ciento de los pacientes con Síndrome Metabólico, relación que se explica atendiendo a que el hígado graso va de la mano de la hipertensión, la resistencia a la insulina, la obesidad abdominal... todos ellos por cierto, factores de riesgo del Síndrome Metabólico. A esta patología se la considera una enfermedad silenciosa, porque no presenta síntomas evidentes, salvo una ligera sensación de presión o dolor en el abdomen, fatiga o pesadez tras las comidas. Se trata de la tercera enfermedad hepática más frecuente, y a la que si no se pone un adecuado tratamiento, puede derivar en una cirrosis o incuso en un cáncer de hígado. Para no llegar a ese punto, es fundamental una dieta rica en fibra y ácidos gasos omega 3.
Las estadísticas nos dicen que una de cada ocho mujeres en España desarrollaremos este tipo de tumor a lo largo de nuestra vida... aunque no nos toque, es razón suficiente para estar informadas de todo lo que acontece con respecto al cáncer de mama y para hacernos las autoexploración y mamografías cada cierto tiempo. Porque precisamente cuanto antes se diagnostica este tipo tumor, mayores probabilidades de curación hay. También interviene en ese éxito al avance de la medicina y al trabajo de los profesionales sanitarios... cada vez se apuesta más por las Unidades Integrales de patología mamaria, para abordar este tumor de forma personalizada atendiento a las características de cada paciente. Sus bases han quedado establecidas en este primer simposio internacional de cáncer de mama y se han presentado también los resultados del tratamiento con Radioterapia helicoidal-Tomoterapia, una terapia que logra una mayor eficacia, reduce los efectos secundarios y reduce de seis a una semana la duración del tratamiento. El resultado de esta novedosa técnica es aplicar la radiación de una forma más precisa, acelerada y ajustada a factores como el tamaño del tumor, su localización, la edad de la paciente.... y por supuesto, ofrece una mejor calidad de vida a las afectadas.