Agote. ¿Tampoco sabes que es? Fernando durante su visita por Nuevo Baztán ha descubierto cuando salía de la Iglesia de Juan de Goyeneche a estas personas de las que decían que eran herejes y no les dejaban entrar por la puerta principal de la Iglesia ni sentarse en los bancos y para bautizarse debían hacerlo por las noches.
Siempre estaban separados del resto de feligreses y se les atribuía rasgos físicos distintivos: ojos claros, sin lóbulo en las orejas e, incluso decían que tenían un rabo en la espalda. Este tipo de personas vivían en el Valle de Baztán en 1288 y se decía de ellos que eran seres malditos, que transmitían enfermedades como la lepra o la peste o pudrían las cosas al tocarlas.
El motivo de su discriminación es todo un misterio, pero la sufrieron durante ocho siglos y eso que eran muy buenos artesanos, sobre todo piedra y madera que son los productos que les permitían tocar.