Documentos de primeros del siglo XX atestiguan que en este bello edificio se encontraba la antigua fábrica de harinas, que encontró casualmente un diseñador de moda hace unos 30 años y la rehabilitó tras comprobar el potencial de un lugar con alma.
Un precioso complejo rodeado de jardines y canales que es perfecto para eventos y celebraciones, y que a partir de 2017 será también hotel.