Santi se encuentra en medio del campo con Mateo, un artista de los piesa a la cabeza y uno de los primeros trabajadores dedicados a la electro medicina en España.
Mateo vive en el pueblo con su familia y nos cuenta que cuando estuvo trabajando en el hospital descubrió que las radiografías se podían rasgar con un bisturí y dibujar en ellas. A partir de aquí empezó a grabar diferentes escenas en ellas y esto se convirtió en una gran afición: el Grapel (Consulta toda su obra aquí).
Nos enseña los fantásticos paisajes que ha dibujado de esta manera y nos damos cuenta que este vecino de Piñuecar – Gandullas tiene alma de artista.
Nos enseña la casa de madera que construyó con los embalajes de los satélites que trajeron los americanos a la estación de Buitrago y después pasamos a la casa donde vive para conocer a su mujer y a uno de sus hijos.
Joaquina, su mujer, nos cuenta que se fueron dos años a trabajar a Alemania para sanear la economía familiar y poder establecerse en Madrid a la vuelta. Joaquinín, su hijo, nos enseña los licores caseros que elaboran ellos mismos.