Un enorme cohete Soyuz de 51 metros de altura en el medio de la ciudad. Estamos en Samara, la ciudad, centro neurálgico de la carrera aeroespacial rusa. Allí se encuentra la Universidad Estatal Aeroespacial, una de las mejores del mundo para estudiar ciencias aeroespaciales y a la que acuden estudiantes de todo el mundo en busca de convertirse en astronaútas.
Y también su museo dedicado al Espacio, que alberga motores de cohetes, trajes espaciales, cápsulas y un sinfín de objetos utilizados en la exploración espacial.
En esta ciudad, además, se construyó la nave espacial que llevó al primer hombre al espacio en 1961, el astronauta ruso Yuri Gagarin, toda una leyenda.