A pesar de que por el nombre parece una actividad arriesgada, lo cierto es que de lo más relajante. Lo que en el pasado era un medio de transporte para los estudiantes entre colegios y puntos de la ciudad se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas. Lo mejor es la posibilidad de disfrutar de los bonitos puentes de la ciudad y de la majestuosidad de los colleges.