En nuestro viaje por Budapest, Madrileños por el Mundo visitó los Baños Széchenyi (aguas medicinales más grandes de Europa) y descubrió por qué los balnearios juegan un papel tan importante en la capital húngara.
La vinculación entre las aguas termales y Budapest se remonta a la época romana.
Aunque la mayoría de balnearios de la capital de Hungría tienen origen turco o se construyeron a partir del siglo XX, fueron los romanos quienes comenzaron a explotar este tipo de aguas en Aquincum, la antigua ciudad romana.
Los Baños Széchenyi se encuentran en un edificio de estilo neobarroco, datado de 1913.