Situado en un antiguo almacén de zapatos, luce en Saint Louis un museo reconvertido de hasta tres pisos y lleno de construcciones con materiales reciclados y objetos curiosos donados por artistas. Todo un laberinto de túneles y rincones secretos en el que los niños podrán subirse, montarse en un antiguo avión o montarse en el lápiz más grande del mundo, con 22 metros de longitud.
Por tan sólo 12 dólares merece la pena acercarse a este peculiar museo urbano en el centro de Saint Louis.