Ni es una serie, ni se planea un robo en la Fábrica de Moneda y Timbre, ni la gente se disfraza de Salvador Dalí; la casa de papel de Boston poco tiene que ver con la que conocemos.
En Rockport, un pueblo del estado de Massachusetts, había un ingeniero cuyo sueño era poder tener una casa cerca del mar.
Pues bien, en 1922 la construyó empleando 100.000 papeles de periódicos. Además, se hizo una masa él solo con harina, cáscaras de durazno... para pegarlo todo y diseñar esta obra arquitectónica que aún sigue en pie.
Los techos, las paredes, los cuadros, las lámparas, las sillas..., en definitiva, todo el mobiliario, e incluso un piano, elaborado con papel de periódico.
Finalmente, cabe destacar que la entrada a la casa es totalmente libre (sin guías ni nada por el estilo) y lo único que se pide es un donativo, a la voluntad, al abandonar el inmueble.