Sin lugar a dudas, la Universidad de Harvard es una de las más prestigiosas del mundo. Las salidas laborales y las probabilidades de lograr el éxito en un futuro cercano tras haber conseguido un título universitario en este centro parecen muy altas.
Sin embargo, lo que poca gente sabe es que esta célebre universidad guarda tres secretos o, mejor dicho, tres mentiras en la estatua de su entrada principal.
En primer lugar, John Harvard, lejos de ser el fundador de este centro universitario como muchos creen, fue, en realidad, el benefactor de la universidad.
Asimismo, la estatua tampoco se corresponde con el propio Harvard, sino que representa a un alumno de la universidad, puesto que no sabían quién era Harvard.
Finalmente, cabe destacar que la fecha inscrita en la placa (1638) no coincide con la datación de su fundación (1636).
