Todos los viernes se repite la misma imagen junto al museo Reina SofÍa, en la Ronda de Atocha. A las 10 de la noche comienzan a colocar sobre la acera objetos que parecen sacados de la basura y que se mezclan con videoconsolas o móviles.
Un mercadillo donde se sospecha que puede haber material robado y cuyos vendedores juegan toda la noche con la policía al ratón y el gato.
Un negocio ilegal en que las transacciones son rápidas, ya que están en el punto de mira de la policía, por eso cuando aparece, el mercadillos desaparece en cuestión de minutos. Los vendedores, en la huida de la Policía Municipal, muchas veces dejan las mercancías tiradas en la calle.