In-Verso, una librería con alma en Chueca

En el bullicio moderno del barrio de Chueca, en el número 21 de la calle Augusto Figueroa, se encuentra un rincón que parece detenido en el tiempo y concebido para los sentidos. Se trata de la Librería In-Verso, un establecimiento con fachada galdosiana que es mucho más que un sitio para comprar libros: es un proyecto personal, un lugar de encuentro y una experiencia sensorial.

"Estáis en la Librería In-Verso", presenta con orgullo Lola, su responsable. Su historia nace de una idea clara: "Queríamos una librería que evocase a las librerías tradicionales inglesas, que fuese un lugar de encuentro donde las personas pudieran sentirse acogidas, donde se las pudiese prescribir libros".

El primer impacto al entrar es visual. "Cuidamos muchísimo la estética de los libros", explica Lola. Este cuidado los lleva a importar directamente desde el Reino Unido no solo versiones originales, sino ejemplares con encuadernaciones especiales, pensados para ser conservados como objetos de arte. "Están hechos para ser conservados", recalca.

El espacio está meticulosamente organizado para satisfacer distintos perfiles. Hay una sección destacada de ficción en inglés, tanto para clientes internacionales como para aquellos que disfrutan leyendo en este idioma. Otro apartado está dedicado a los clásicos, una base indispensable para cualquier biblioteca.

Con la Navidad a la vuelta de la esquina, ¿qué buscan los clientes? Lola lo tiene claro: "Libros que aporten valor, que el que lo regala sea recordado". Lejos de las novedades efímeras, en In-Verso apuestan por el regalo con significado, el que perdura en la memoria tanto como en la estantería.

Esta filosofía se extiende a todos los públicos. La zona infantil es un tesoro de "libros imprescindibles, muy sensoriales a veces, con tapa dura, que están hechos para que los pequeñitos los toqueteen, los machaquen y aprendan a pasar páginas". También hay un rincón para historias ilustradas, donde guardan, en palabras de Lola, "auténticos tesoros".

La joya oculta de la librería está en su planta baja: una bóveda del año 1700, que en su día fue una carbonera y que hoy, rehabilitada con esmero, acoge cursos, presentaciones de libros y encuentros culturales. Es el espacio que materializa su vocación de ser un punto de encuentro.

Y de esos encuentros, a veces, surgen historias inesperadas. Lola comparte una anécdota entrañable: "Por ejemplo, una pareja que comenzó a interaccionar, uno a hablarle a otra y al final teníamos que cerrar la librería y ellos querían seguir juntos".

El espíritu navideño ha inspirado su escaparate, que no deja de atraer miradas. "Hemos querido, con una carta a los Reyes, indicarles que nos regalen libros para cualquiera: para el que está pasando un duelo, para los padres que cuidan a sus hijos…".

En pleno corazón de Madrid, la Librería In-Verso defiende, con su fachada histórica y su alma moderna, que el mejor regalo navideño puede tener páginas, una cuidada encuadernación y la capacidad de tocar el corazón.