Llegan las vacaciones y quien más quien menos abandona su casa habitual durante unos días o quizá por un periodo largo.
En cualquier caso, las casas temporalmente inhabitadas son un caramelo para los cacos ocasionales.
Así que, si queremos evitar sorpresas desagradables a la vuelta, es conveniente tomar algunas precauciones básicas. Por ejemplo, pedir que nos vacíen el buzón, dejar las persianas con una pequeña abertura o mantener la luz con un programador.
Y, sobre todo – y quizá lo más complicado – no dar pistas a los cacos a través de las redes sociales.