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Antonia se casó con un chico de extremeño y se fue con él hace un años. Asegura que siempre ha sido una niña gordita, pero empezó a comer tras su embarazo y ha perdido el control. Se siente acomplejada porque se ve muy joven y cada vez peor. Se cansa se agota, se siente vieja.

Tiene muchas limitaciones que le avergüenzan en su día a día. Estaba acostumbrada a vestir muy moderna, pantalones cortos y su vida ha cambiado radicalmente. Quiere volver a lo de antes ya que es una chica muy jovial y divertida.

Su marido pesa 103 kilos y ella pesa más que él. Ambos se animan para adelgazar pero no lo consiguen. En casa discuten por la comida. Comen muchos bollos, redbull, patatas fritas, nocilla…. Se levantan de madrugada para picotear. “En los sueños nos dicen levántate y come”.

La relación con sus tíos es fenomenal, se han criado juntos y cada vez que pueden cantan y bailan para amenizar sus días.