La evaluación final de ESO será muestral, es decir no tendrán que hacerla todos los alumnos, y las comunidades elegirán los centros donde se realiza, mientras que la de Bachillerato, que servirá para acceder a la Universidad, será sobre las asignaturas troncales y de opción de segundo curso. Son algunos de los puntos del borrador de proyecto de real decreto-ley para reformar la Lomce que el Ministerio de Educación ha enviado a los negociadores del Partido Socialista.
La norma de medidas urgentes para la "ampliación" del calendario de implantación de la Lomce servirá para que esas pruebas carezcan de efectos académicos transitoriamente, por un tiempo "prudencial y suficiente" hasta alcanzar un pacto nacional educativo, han indicado a Efe fuentes ministeriales. Educación quiere acordar ese plazo con las comunidades autónomas en la conferencia sectorial del 28 de noviembre, han añadido.
Según la Lomce, ahora en vigor, las evaluaciones finales comienzan a aplicarse este curso (2016-2017), pero no contarán hasta el próximo (2017-2018) para obtener los títulos de ESO y Bachillerato. Según el borrador, la de ESO seguirá siendo obligatoria para las comunidades, aunque solo la harán parte de los alumnos, y versará sobre las asignaturas troncales y de opción del último curso (cuarto).
La de Bachillerato será lo más parecida posible a la anterior Selectividad, servirá para acceder a la Universidad y examinará sobre las troncales generales y de opción de segundo curso, según ha adelantado hoy Onda Cero. El Ministerio sigue comprometido a que no se publique ninguna clasificación de centros por los resultados de los alumnos en esas evaluaciones, según las fuentes citadas.