Curar con las manos. Así podría definirse la fisioterapia, una disciplina sanitaria que persigue mejorar los síndromes dolorosos, recuperar las funciones motoras y tratar de prevenir las alteraciones físicas asociadas a enfermedades, lesiones y otras discapacidades. Cuando el paciente es un niño, ese trabajo se complica. Como señala en Fórmula Salud Beatriz Cano, profesora de fisioterapia y directora del Máster universitario en Fisioterapia en Pediatría de la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo, “nuestro trabajo con el adulto es uno a uno, con los bebés o los niños hay que hablar con los padres e incluso con los educadores”. Es por ello que cada vez es más frecuente la figura del fisioterapeuta en equipos multidisciplinares.
