Lo que sabemos hoy en día es que quizás la Inteligencia Artificial es mejor que el médico adivinando, aunque no siempre va a ser así.
Se están creando algoritmos para adivinar muchas cosas, pero, claro, requiere que el paciente dé muchos datos, más de los que a priori un médico podría requerirle. Así que el paciente se puede resistir y sorprender.
También puede ser sorprenderte para el médico tener que consultar una máquina para decidir sobre el tratamiento que poner.
“Vivimos ya en una medicina predictiva en la que las máquinas recomiendan el mejor tratamiento posible, según algoritmos matemáticos”.
“A veces, los avances de la medicina exigen aportar tantos datos al paciente que éste se resistirá a facilitarlos”.