El Fuenlabrada y el Alcorcón empataron a cero en un derbi madrileño que estuvo deslucido por el estado del terreno de juego, muy castigado por la nevada que cayó en la zona días atrás.
Fue un partido con aroma de otro tiempo, de brega sobre terreno abrupto y empuje ante la adversidad.
Y es que bajo el blanco manto con el que llegó Filomena se escondía una trampa de hielo y barro, letal para la práctica del fútbol.