Antonio Naranjo analiza en su editorial final la gestión del Gobierno en materia de igualdad y protección a las mujeres, criticando el escándalo de las pulseras antimaltrato, la ley del “sí es sí” y el aumento de las violaciones, y señalando que, pese a los eslóganes feministas, la realidad de muchas mujeres sigue siendo especialmente vulnerable