La cruz pectoral que luce el Papa León XIV desde su elección como pontífice no es solo un símbolo de su cargo, sino también un tributo a la fidelidad y el martirio. Se trata de una pieza que contiene una reliquia del beato Anselmo Polanco, obispo de Teruel y miembro de la orden agustina, asesinado en 1939 durante la Guerra Civil Española por odio a la fe.
Este obispo fue ejecutado por las tropas republicanas en retirada, tras haberse negado a abandonar a su pueblo durante la persecución religiosa. La cruz fue un regalo de su propia orden cuando León XIV fue creado cardenal en septiembre de 2023.
Al portar esta cruz, el Papa León XIV no solo honra a un mártir de la Iglesia española, sino que también lanza un mensaje simbólico de cercanía a los perseguidos por su fe. La presencia de una reliquia tan significativa en su vestimenta diaria subraya su compromiso personal con la memoria de quienes dieron su vida por Cristo, así como con la historia reciente de la Iglesia.