Los egipcios ya conocían esta fruta varios siglos antes de Cristo y la utilizaban como fruta, medicina y como tinte para teñir el pelo. Esto se debe a que su jugo y la cáscara producen colores que varían entre amarillos, verdes, olivas e incluso grises.
También tiene relación con la mitología Griega, si no que se lo digan a Perséfone.