Con un cuchillo se corta la parte superior en forma de corona, en los huecos blancos se hacen cortes desde arriba hasta abajo para cortarla en gajos y se acaba quitando la parte blanca del centro.
Para quitarle las pepitas es más sencillo de lo que parece, con la granada boca abajo en un cuenco sólo hay que golpearla con un cucharón para que las pepitas salgan solas.
Además, otro truquito, la cáscara de esta fruta se puede utilizar en infusiones para mejorar el dolor de garganta y los problemas digestivos.