Los pistachos sin abrir llegan a ser un dolor de cabeza, pero hoy dejamos varios trucos para que esto no suceda más.
El primer consejo es congelar los pistachos, la cáscara se enfriará y serán mucho más sencillos de abrir. El segundo consejo, usar una cáscara de algún pistacho que se abra fácil para hacer palanca y que salga con facilidad.
Además, para quitar la segunda piel basta con meterlos en agua hirviendo. La cáscara se despegará rápidamente y si los escurres con un agua fría quedarán perfectos.