Para pelar una gran cantidad de ajos fácilmente sólo hace falta meterlos en un tarro de cristal y agitarlo fuerte unos diez segundos, así se pelan prácticamente solos. Después, para conservarlos, hay que meterlos en un tarro en un lugar fresco y oscuro lleno de aceite.
Un último truco; para que las manos no huelan a ajo hay que ponerlas en agua fría con limón.