El peligro en el Real Madrid de los jugadores cedidos
Redacción
A su llegada a Madrid fue el más solicitado en el hotel de la Real Sociedad. Martin Odegaard es el enemigo dentro, porque el centrocampista noruego está cedido por el Real Madrid.
No conviene fiarse en absoluto. El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, ha señalado que "algunos piensan que vamos al matadero, pero nosotros vamos allí con la intención de ganar, de sacar el partido adelante", que no duda de que el entorno madridista "respiró cuando les tocó jugar este partido contra nosotros en su casa".
Zinedine Zidane lo conoce desde que lo entrenara en el Real Madrid Castilla y sabe de lo que es capaz: "Me gusta, sí, lo que estamos viendo es que es nuestro y nos alegramos de cómo está jugando en la Real, menos este jueves, claro. Tenemos que pensar en lo nuestro, en lo que vamos a hacer".
Hay dos precedentes de cedidos que resultaron fatales. En 2002 Pedro Munitis marcó el gol definitivo con el Racing en Santander y lo festejó por todo lo alto.
Morientes, Morata...
En la temporada siguiente, Fernando Morientes fue decisivo para eliminar al Real Madrid en la semifinal de la Liga de Campeones, anotando dianas tanto en el estadio Santiago Bernabéu como en Mónaco, si bien fue mucho más comedido.
Algo similar ocurrió en 2015, cuando Álvaro Morata, que fue traspasado a el Juventus, les marcó a los madridistas en Turín y más tarde firmó el empate en Chamartín, gol que no celebró y dejaba a los blancos fuera de la Final. Luego el Real Madrid ejerció su opción de recompra.
