Los males del Atlético de Madrid

El Atlético de Madrid perdió el derbi contra el Real Madrid. Una derrota más, la tercera seguida como visitante, que desprende varias conclusiones: la imposibilidad de LaLiga, la falta de pegada, la transcendencia de Álvaro Morata, la reincidencia de Thomas Lemar, la preocupación de Diego Simeone, el liderazgo de Felipe Monteiro, la utilidad de Marcos Llorente, el problema de las lesiones, el camino del primer tiempo y la inconstancia.

La imposibilidad de la Liga

Es una sensación latente desde hace tiempo. Incluso una certeza en noviembre contra la que se rebeló el Atlético con una reacción que hoy se ha comprobado fugaz. A la vuelta del parón, tras la primera jornada de 2020, veía el liderato a cinco puntos. Hoy, tres partidos después -con dos derrotas y un empate- lo observa, ajeno ya completamente, a 13 puntos. Más lejos que nunca esta temporada.

Su objetivo liguero se limita a una plaza de Liga de Campeones. Es la meta mínima, realmente, para el conjunto rojiblanco, que se ha despedido del campeonato con su cifra más baja de victorias a estas alturas de toda la era Simeone: nueve. Y sólo tres de esos triunfos han sido en sus once choques como visitante. Con sus nueve empates y sus cuatro derrotas, ha perdido 30 de los 66 puntos.

La falta de pegada

"Tenemos que ser más contundentes", ha insistido Simeone en esta temporada. No lo es aún en ataque el Atlético, que reincidió en tal carencia, con la magnitud que supone para un equipo que aspira a los mejores puestos de LaLiga, en el primer tiempo del derbi contra el Real Madrid. Creó alguna ocasión... Y no marcó.

Es una secuencia repetitiva en esta campaña. "En el primer tiempo hay que hacer gol. Hay que matar ahí el partido", expresó Stefan Savic. No lo hizo Vitolo, primero; ni Correa, después; ni tampoco Saúl Ñíguez. El Real Madrid sólo necesitó una oportunidad dentro del área para desnivelar el duelo. El Atlético, 22 goles en 22 jornadas.

La transcendencia de Morata

Más allá de sus goles, de los que ha logrado más que nadie de la plantilla del Atlético en este curso, con diez tantos entre todas las competiciones, el 9 rojiblanco tiene una importancia transcendental en el juego del equipo, como la referencia que fija a los defensas, que pelea cada lance en el ataque, sostiene el balón, permite la salida de su equipo...

Su cambio, reemplazado por Thomas Lemar, a causa de "un golpe importante en la pierna" fue el apagón definitivo del Atlético, que ya no llegó más sobre la portería contraria, sin el recurso del delantero madrileño. "Lo veía que renqueaba y que estaba con dificultades para sostener el esfuerzo que pedía el partido y por eso decidí que salga", expuso tras el encuentro Diego Simeone.

La reincidencia de Lemar

No ha venido Cavani y no ha salido Lemar. El extremo francés sigue en el Atlético, al menos hasta el verano. Fue el primer recurso -en un banquillo muy condicionado por las lesiones- que eligió Simeone para el segundo tiempo. Una decisión fallida. "Lemar no pudo responder al partido que necesitábamos", deslizó el técnico.

Su confianza en él ha sido hasta excesiva. Le ha dado 65 partidos en año y medio sin respuesta del futbolista, tan lejos del nivel que se le presupone y por el que le fichó el Atlético por 70 millones de euros que su devaluación es constante. El derbi la acentuó más. No sólo porque se olvidó a su espalda de Mendy en el gol del Real Madrid, sino porque con la pelota fue de nuevo intranscendente, como tantos y tantos encuentros.

El 'camino' del primer tiempo

Su rendimiento de la primera parte revitaliza al Atlético, tras su decepcionante juego y resultado en sus últimos tres encuentros. En él, el equipo rojiblanco controló al líder del campeonato, el Real Madrid, al que dejó en ese tramo sin ningún tiro peligroso a portería y además fue capaz de generar ocasiones sobre el marco contrario.

"El camino es el primer tiempo. Hay que ir por ahí", aseguró Diego Simeone, cuyo equipo recuperó muchos trazos de su esencia, sobre todo con la capacidad que no había tenido en encuentros más recientes de jugar el partido que buscaba y había diseñado. Ahora, no fue suficiente para sumar ningún punto en el Santiago Bernabéu.

La competitividad... y la inconstancia

El Atlético rearmó su competitividad. Una cualidad irrenunciable y característica del bloque entrenado por Diego Simeone a lo largo de los últimos ocho años. Pero mantiene su irregularidad en un mismo encuentro, con los contrastes entre un tiempo -o tramo- y otro de cada partido, sin sostener una constancia completa en los 90 minutos.

Aunque en el caso de este sábado la complejidad de tal dominio era altísima ante el Real Madrid y en un escenario como el Bernabéu, sus altibajos dentro de un mismo choque han sido repetitivos en este curso. Antes de la falta de pegada, Simeone señalaba ese aspecto como una de las claves del inicio de curso renqueante del equipo.

La 'preocupación"' de Simeone

"Claro que hay preocupación. Y hay ocupación para trabajar y para que cambie la situación", expresó el entrenador después del derbi, mientras cierra su segunda jornada consecutiva fuera de las plazas de la Liga de Campeones, su hábitat natural y casi inalterable cada año desde que lo entrena Simeone... hasta el actual curso.

El Atlético sufre una situación anómala en la clasificación. En ninguna de sus siete campañas completas anteriores, la situación era tan incierta para alcanzar las plazas de Liga de Campeones al final de la temporada como en la actualidad. A estas alturas, con 22 jornadas ya disputadas, esa meta ya estaba encarrilada. Ahora, no. Incluso, está fuera de esas posiciones.

El liderazgo de Felipe

No hay ninguna duda sobre el acierto en el fichaje el pasado verano del central brasileño, cuya firmeza es indiscutible en la defensa del Atlético, por jerarquía, por experiencia, por contundencia, por colocación, por su juego aéreo, por su anticipación, por su manejo de los espacios... Por todo.

Prácticamente inutilizado al principio, cuando era el 'cuarto' central a ojos de Diego Simeone al inicio del curso, su rendimiento, su titularidad y, sobre todo, su regularidad son incontestables. Con su carácter, su fútbol y su personalidad en el campo es un líder del equipo.

La utilidad de Llorente

Las molestias del mexicano Héctor Herrera dieron recorrido de nuevo en el once a Marcos Llorente. Ante otra oportunidad inesperada, el medio centro aprovechó sus minutos, mientras crece dentro del Atlético y demuestra sobre el terreno de juego que es un futbolista mucho más útil de lo poco que lo ha empleado Diego Simeone.

Con una participación menor hasta este enero -sólo había jugado tres duelos de titular hasta su irrupción en el once ante el Leganés del pasado domingo-, de su derbi ante el Real Madrid se desprende un crédito como alternativa en el medio campo que antes no tenía.

"Tiene una energía y una vitalidad que el equipo necesita, sobre todo en estos momentos. Hizo un partido completo, creo que con más cosas buenas que regulares. Eso suma en consecuencia de lo que va a venir", valoró en la rueda de prensa posterior Diego Simeone.

El problema de las lesiones

El Atlético está ante un problema repetitivo, que ya sufrió la temporada pasada y la anterior: las lesiones. No ha dispuesto de todos sus efectivos en ninguno de los 31 partidos oficiales disputados en esta temporada, con especial incidencia en la actualidad, cuando tiene siete jugadores fuera por ese motivo.

En el derbi dispuso de 16 hombres del primer equipo (con Carrasco recién llegado, sin jugar los dos últimos dos meses), una vez que ni Koke Resurrección ni Diego Costa ni Joao Félix ni José María Giménez ni Kieran Trippier ni Héctor Herrera ni Santiago Arias estaban disponibles. Al menos cinco de ellos forman parte habitualmente del once tipo de Simeone esta campaña mientras no han estado lesionados.

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