Las estrellas de la NBA no son estrellas porque sí. Tienen detrás una gran disciplina y una ética de trabajo ejemplar. Su show no solo se limita al tiempo de partido, sino que comienza desde el calentamiento.
Este es LeBron James, luciendo músculo para machacar el aro a sus 40 años, y para meter triples desde cualquier lado de la pista.
Curry lo lleva un paso más allá. Es capaz de firmar series de triples desde diferentes distancias sin fallo, y de dejar canastas imposibles que levantan de sus asientos a todos los aficionados.
Luka Doncic es otro de los jugadores por los que merece la pena pagar una entrada. Se atreve con todo, con la distancia, con el vídeo marcador y hasta con asistencias mágicas de tacón.
Uno de los fenómenos más mediáticos de la NBA es Victor Wembanyama. El francés se somete a una rutina prepartido muy exigente a nivel físico, pero le sobra tiempo para dejar canastas de lo más espectacular.