La moda al igual que la sociedad evoluciona en las distintas épocas. Durante el Motín de Aranjuez la diferencia entre el pueblo llano y la nobleza era notable.
Los ropajes ya no eran los clásicos, debido a la influencia de la población francesa. En Aranjuez la mayoría de los ciudadanos trabajaban para la casa real o el ejercito.
Por tanto, la vestimenta fue el símbolo de unión entre nobles y sirvientes, dando a entender que todos formaban parte de ese palacio.