La conmoción continúa entre los vecinos de la calle Hileras en el centro de Madrid, horas después del derrumbe de un edificio que ha dejado un balance de 4 muertos y 3 heridos.
Los cuatro fallecidos en el siniestro son una responsable llamada Laura (en un principio se informó de que era la arquitecta del proyecto), y tres obreros identificados como Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador, de entre 30 y 50 años, todos ellos empleados de la empresa constructora ANKA.
Los vecinos de los bloques colindantes al edificio derrumbado han podido pasar la noche en sus casas noche aunque a muchos les ha costado conciliar el sueño.
“Uno se pone a pensar en la situación de las familias y de los trabajadores, cómo han encontrado la muerte mientras trabajaban", comenta Sara, una de las vecinas de la calle Hileras.