Camareros y clientes. Una relación que, en muchas ocasiones, va más allá de lo puramente comercial y se convierte en amistad, pero también tiene sus dobleces. Unos y otros se quejan de que el trato no es siempre el correcto. Los camareros se quejan sobre todo de los indecisos y de los clientes maleducados y prepotentes. Quienes visitan los bares se suelen quejar de la falta de atención o de que no pongan tapa, por ejemplo. Lo vemos en este reportaje.