Las 5 curiosidades de Chueca que seguro no conocías

  • Desde la primera tienda de artículos BDSM, hasta un parking con la 'Divina Comedia', de Dante. Os descubrimos los aspectos más desconocidos del barrio de Chueca.
Las 5 curiosidades de Chueca que seguro no conocías
Las 5 curiosidades de Chueca que seguro no conocías |Archivo

Chueca es, probablemente, el barrio más conocido de Madrid. No solo por su sórdida historia donde las drogas y la prostitución se adueñaron de sus calles entre las décadas de los 60 y 80; ni por su ‘Orgullo’, al cual le deben gran parte de su fama a partir de 1989, año en el que tuvo la primera reivindicación LGBTI; sino por el ambiente festivo que nos encontramos en este rinconcito de Madrid situado detrás de la Gran Vía.

En él coexisten varios estilos de vida muy diferentes y, como era de esperar, también decenas de historias. Entre las más conocidas se encuentran la leyenda de la Casa de las Siete Chimeneas, un edificio histórico situado en la Plaza del Rey 1, donde presuntamente se cometió un crimen y desde entonces deambula un fantasma; o que en la Iglesia de San Antón descansan los restos óseos de San Valentín, el patrón de los enamorados.

Fantasmas en la Casa de las Siete Chimeneas
Fantasmas en la Casa de las Siete Chimeneas
Fantasmas en la Casa de las Siete Chimeneas

Fantasmas en la Casa de las Siete Chimeneas

Y, a pesar de lo mucho que nos gusta y de todo lo que sabemos sobre este céntrico barrio de la capital, lo cierto es que nunca deja de sorprendernos. ¿O no? Te animamos a descubrir las 5 curiosidades sobre Chueca que seguro no conocías.

Librería Berkana, en Chueca / A un metro de ti
Librería Berkana, en Chueca |A un metro de ti

1. Alberga la primera librería LGTBI de España y América Latina

Berkana, la primera librería que dio visibilidad al colectivo LGTBI, abrió sus puertas en 1993, en lo que era el epicentro de un barrio marginal. El nombre no fue escogido al azar por su dueña. ‘Berkana’ es una runa que simboliza el ‘renacimiento, crecimiento y fertilidad’. Su propietaria nunca habría imaginado que el nombre de su librería iría tan ligado a la historia venidera del barrio.

Este también fue el primer local donde se colgó una bandera arcoíris, convirtiéndolo, así, en un símbolo del movimiento. “Le dimos visibilidad al barrio de Chueca”, nos comenta Mili. Y, sin quererlo, también se lo dieron al movimiento LGTBI en general.

Parking, en la plaza de Pedro Zerolo / ESTUDIO TERESA SAPEY
Parking, en la plaza de Pedro Zerolo |ESTUDIO TERESA SAPEY

2. La Divina Comedia, de Dante, yace en el subsuelo de Chueca

La plaza de Pedro Zerolo, desde su remodelación, acoge uno de los parkings más ‘divinos’ de la capital. Su entrada está coronada con un enorme lazo rojo que representa la lucha contra el SIDA y, en su interior, las paredes albergan algunos versos extraídos de 'La Divina Comedia', una de las obras más conocidas del escritor florentino Dante Alighieri. En ella representa los nueve círculos del infierno: el Limbo, la Lujuria, la Gula, la Avaricia y Prodiglidad, la Ira y la Pereza, la Herejía, la Violencia, el Fraude y la Traición.

SR Leather, la primera tienda de objetos BDSM de España / Redes sociales
SR Leather, la primera tienda de objetos BDSM de España |Redes sociales

3. Este barrio alberga la primera tienda de objetos BDSM

Chueca es una caja de sorpresas. Sobre todo, si estás buscando un regalo para impresionar a tu pareja en alguna ocasión especial. Y es que en este barrio se encuentra SR Leather, la primera tienda y la más prestigiosa de objetos con los que practicar el BDSM. Una práctica sexual que, como su propio acrónimo indica, combina las artes del Bondage, la Disciplina, la Dominación, la Sumisión, el Sadismo y el Masoquismo.

En este paraíso, situado en el número 7 de la calle Pelayo, puedes encontrar un catálogo de objetos tan amplio como dispar, entre los que no faltan cualquier tipo de látigo, máscaras, torturadores para pezones, arneses y un largo etcétera de artículos que te invitan a iniciarte en el singular mundo de la dominación.

Fernando VI y su mujer, Bárbara de Braganza / Archivo
Fernando VI y su mujer, Bárbara de Braganza |Archivo

4. Chueca también es tumba de Reyes

Bajo el suelo de Chueca yace una de los romances más bonitos de la historia de España. En 1758, la consorte Bárbara de Braganza fallecía sin descendencia. Al no haber engendrado un hijo varón que garantizase el porvenir de la Corona, no se permitió que sus restos mortales descansaran en la Cripta Real del Monasterio de El Escorial, donde yacen la mayor parte de los reyes de la historia de nuestro reino (alberga hasta 26 sepulcros).

En su lugar, sus restos mortales fueron sepultados en una cripta del Convento de las Salesas Reales de Madrid. Un edificio que ella misma fundó como colegio y residencia de jóvenes pertenecientes a la nobleza.

Tan solo un año después, y debido a la gran unión que ambos mantenían, fallecía también el rey Fernando VI. En su lecho de muerte hizo una última petición: Ser enterrado junto al amor de su vida, en vez de en el Monasterio de El Escorial junto a toda su familia. Desde entonces, sus restos mortales reposan en un mausoleo, en el barrio de Chueca, al lado de los de su mujer, Bárbara de Braganza.

Hombres practicando deporte en un gimnasio antiguo / Archivo
Hombres practicando deporte en un gimnasio antiguo |Archivo

5. Aquí se inauguró el primer gimnasio de España

El culto al cuerpo ha provocado que, en los últimos años, se genere un auténtico ‘gym boom’. Los gimnasios han proliferado en cada esquina de las ciudades. Es imposible caminar 100 metros sin toparse con uno de estos locales que desprenden sudor y testosterona por los cuatro costados. Pero, ¿sabías que el primer gimnasio de España se inauguró en el barrio de Chueca?

En 1859, el atleta francés Alfonso Vignolles abrió, en el número 14 de la céntrica calle de la Reina, una consulta médica especializada en el deporte. En él sus usuarios se servían del ingenio para cultivar el cuerpo y se ayudaban de artilugios y pesas fabricadas con hierro y/o madera para trabajar los músculos. Unas herramientas que poco o nada tenían que ver con las máquinas que hoy en día todos asociamos a nuestros modernos gimnasios.