El Pabellón Árabe, la joya arquitectónica perdida del Retiro

  • El parque de El Retiro ha albergado, a lo largo de la historia, diferentes edificaciones hoy desaparecidas. Este es el ejemplo de El Pabellón Árabe.
El Pabellón Árabe, la joya arquitectónica perdida del Retiro
El Pabellón Árabe, la joya arquitectónica perdida del Retiro |Archivo

El Retiro nunca dejará de sorprendernos. Desde que el rey Carlos III lo abriera al público, en 1767, ha albergado varias edificaciones y de estilos arquitectónicos muy diferentes. Los más conocidos por haber llegado hasta nuestros días son el Palacio de Velázquez o el simplemente espectacular Palacio de Cristal. Aunque a lo largo de la historia hubo otros, que no corrieron la misma suerte y acabaron desapareciendo, como es el caso de El Pabellón Real, también conocido como Pabellón Árabe.

Este edificio de estilo neoárabe y que evocaba la estructura de la Alhambra de Granada, estuvo ubicado junto al Palacio de Cristal, exactamente sobre la formación rocosa que alberga una cueva en su interior y por cuyas paredes discurre una pequeña ‘cascada’ de agua. Sin duda alguna, el sitio perfecto para tener unas estupendas vistas del estanque.

Dentro del Retiro: El Pabellón Árabe se encontraba al lado del Palacio de Cristal / Archivo
Dentro del Retiro: El Pabellón Árabe se encontraba al lado del Palacio de Cristal |Archivo

Ambos edificios se convirtieron en los grandes atractivos turísticos de finales del siglo XIX debido a su singularidad y no era para menos. El Pabellón Real, ubicado sobre un pequeño estanque, se apreciaba desde el exterior como una construcción de dos plantas. Todo un trampantojo, pues una vez que el visitante accedía a su patio interior se daba cuenta de que contaba con tan solo una planta y que era totalmente diáfano.

Interior del Pabellón Árabe, en el parque del Retiro / Archivo
Interior del Pabellón Árabe, en el parque del Retiro |Archivo

Los laterales estaban adornados por una sucesión de arcos de medio punto y, según podemos apreciar en las fotos, el interior de esta construcción recuerda en gran medida al famoso Patio de los Leones de la Alhambra de Granada. Y no es de extrañar, ya que en aquella época el estilo arquitectónico nazarí era el que estaba de moda en España. De hecho, se consideraba una seña de identidad del país.

El diseño lo encargó Enrique de Nouvión y la obra la llevó a cabo el célebre arquitecto Ricardo Velázquez Bosco junto a Alberto de Palacio y el ceramista Daniel Zuloaga.

¿Quién fue Ricardo Velázquez Bosco?

Ricardo Velázquez Bosco fue un genio de la arquitectura española. Nació en 1883 y a lo largo de su vida nos dejó numerosos ejemplos de su arte, desarrollado principalmente en Madrid. Su estilo se caracteriza por los volúmenes y por emplear cerámica en la fachada de sus edificios. Estas fueron algunas de sus obras más notables: el Palacio de Velázquez, el Casón del Buen retiro, la sede del ministerio de Educación de España, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Madrid y el Ministerio de Fomento, entre muchos otros.

Hemeroteca

El Pabellón Árabe se inauguró con motivo de la Exposición Nacional de Minería, Artes, Metalúrgicas, Cerámicas, Cristalería y Aguas Minerales que tuvo lugar entre mayo y noviembre de 1833, en Madrid. Lo cierto es que sus arquitectos pretendían abrirlo al público a partir de abril de ese mismo año, pero las condiciones meteorológicas que se dieron durante su construcción ralentizaron las obras más de lo previsto. De hecho, cuando se inauguró estaba inconcluso.

Pabellón Árabe en su inauguración / Archivo
Pabellón Árabe, en su inauguración, sin su característica cúpula |Archivo

Ese mismo verano tuvieron que cerrar sus puertas para poder finalizar la obra. Faltaba la guinda del pastel, la que lo encumbraría y convertiría en toda una joya arquitectónica: su cúpula con forma de bulbo revestida con escamas doradas. No fue hasta septiembre de ese año cuando la obra se dio por finalizada y quedó oficialmente inaugurado.

Y aunque parezca que fue concebido como sala de exposiciones, lo cierto es que se construyó con el mero objetivo de ser un elemento decorativo más del paisaje. Pero semejante belleza no podía quedar en desuso, así que los madrileños lo convirtieron en su sitio favorito para observar el espectáculo de colores que dejaba el caer del sol sobre los perfiles del Retiro.

Madrileños observando el atardecer desde el Pabellón Árabe del Retiro / Archivo
Madrileños observando el atardecer desde el Pabellón Árabe del Retiro |Archivo

En 1908, el Pabellón Árabe volvió a utilizarse, en esta ocasión, como escenario inaugural de la exposición General de Bellas Artes, aunque no llegó a albergar ninguna de las obras. A este evento acudieron los reyes de España: Alfonso XIII y su mujer, Victoria Eugenia.

Después de esto, no se le volvió a dar ningún uso y con el paso de los años se fue deteriorando hasta que en la década de los 50 tuvo se derrumbó por el mal estado de sus estructuras. Un descuido y deterioro que le ha costado a Madrid la que podría ser la gran joya del Retiro.