¿Cuántas veces hemos visto peleas familiares por herencias y hemos pensado... "eso no me va a pasar a mí"?
Pues como dice la frase, "una familia es lo que queda después de repartir una herencia", esta clase de conflictos llegan hasta a las mejores casas ya que muchas veces es difícil que los herederos se pongan de acuerdo en cuándo vender una propiedad, en quién tiene derecho a vivir en ella o en el precio de venta.
Es por eso que ya muchas personas recurren a vender esa parte proporcional de la vivienda heredada y quitarse así de problemas familiares con hermano, primos o tíos.
Aquí es cuando entran en juego estas empresas que compran estas reparticiones por un precio bastante más bajo al precio de mercado, entre un 30% y un 40%, y así los herederos se desentienden de todo tipo de conflictos y papeleo.
