La Comunidad reclamará al Gobierno los daños en Madrid por la cancelación de la Vuelta

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha acusado este miércoles al Gobierno de causar un daño "a propósito" y "medido" a Madrid desde el Palacio de la Moncloa, tras "jalear" y "llamar a la kaleborroka" con las manifestaciones propalestinas en la última etapa de la Vuelta a España, que tuvo que ser suspendida.

Así lo afirmó durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que se celebró de manera extraordinaria en la Finca El Encín, ubicado en Alcalá de Henares, donde lamentó los incidentes ocurridos en la última etapa de La Vuelta ciclista a España el pasado domingo.

La Unión Internacional Ciclista ha cuestionado la imagen de Madrid como lugar para albergar los eventos deportivos más importantes del mundo

La presidenta regional lamentó que estos hechos, "además de alterar el modo de vida en libertad y el respeto que nos hemos dado en esta región, ha supuesto una pérdida de legitimidad inmediata de los poderes del Estado".

Ayuso destacó que la Unión Internacional Ciclista ha cuestionado la imagen de Madrid como lugar para albergar los eventos deportivos más importantes del mundo y lamentó que "quizá eso es lo que pretendían quienes han jaleado todo esto desde la propia Moncloa, atentando contra los intereses no solo de Madrid, sino de sus ciudadanos, de sus empresas, e intentando pisotear el trabajo de tanta gente de bien que todos los días trabaja y se esfuerza para que seamos esa capital internacional del deporte y de los grandes eventos".

El Gobierno de la nación "no puede jamás ser parte de un boicot revolucionario de un evento deportivo contra sus propias fuerzas del orden

La líder del Ejecutivo madrileño afeó que "eso no importa a aquellos que solo viven de jalear y de llamar a la calumnia". En este sentido, Ayuso confirmó que los daños "van a ser analizados", porque "se trata de una situación gravísima y que afecta de lleno al estado de derecho, a la dignidad institucional y, por supuesto, a la imagen de España".

En este sentido, consideró que el Gobierno de la nación "no puede jamás ser parte de un boicot revolucionario de un evento deportivo contra sus propias fuerzas del orden, enfrentando a los ciudadanos, poniendo en peligro a familias y a deportistas". "Esto es suicida para la nación entera" y "desde el ambiente preguerracivilista no se veía en España algo así".