Quizá recuerde la historia del pequeño Adrián, de 3 años, y sus padres Mariangeles y Juan.
Viven en Villaverde y llevan meses luchando para conseguir que la comunidad de vecinos instale en el portal de su casa, una plataforma salvaescaleras, para evitar tener que subir cada día la silla de ruedas del niño a pulso.
Pero los vecinos se niegan, alegando problemas económicos.
A la espera de que se pronuncien los tribunales, en Toledo, en el pueblo de La Guardia, todos los vecinos se han volcado con la familia.
Han puesto en marcha rifas, donaciones y un concierto homenaje en beneficio de Adrián para conseguir el dinero que cuesta el salvaescaleras: unos 8.000 euros.