Quedense con este dato: 945. Es la cantidad de latas de refrescos que consume de media un español al año. Lo que nos preocupa es la cantidad de azúcar que contienen y su efecto sobre el organismo. Si abusamos de ellos podría suponer además de obesidad, riesgos cardiovasculares o diabetes.
Los españoles beben al año 14.471 millones de litros de rerescos, el equivalente a 43.853 millones de latas. Los que más refrescos beben en España son los madrileños, valencianos, catalanes, baleares y canarios con un consumo por habitante de 331, 330, 326, 324 y 322 litros al año respectivamente, equivalente a 1.002, 1.000, 989, 983 y 975 latas respectivamente.
Su excesivo consumo se relaciona con el sobrepeso, la obesidad, la diabetes tipo 2, la mala salud bucodental, etc. La cantidad de azúcar que se puede consumir sobrepasa con creces las recomendaciones de la OMS.
La OMS aconseja que la ingesta diaria de azúcar no supere el 5% del total de calorías ingeridas. Esta cantidad representa unos 25 gramos de azúcar o el equivalente a unas 6 cucharaditas de café; para los niños la recomendación es menor. Y no se refiere sólo al azúcar, sino a todos los monosacáridos (como glucosa y fructosa) y disacáridos (como sacarosa o azúcar de mesa) que se consumen con dichas bebidas.
Así, los adultos que toman bebidas azucaradas a diario tienen un 27% más riesgo de sufrir sobrepeso u obesidad que aquellos adultos que no consumen estas bebidas. En el caso de los niños, algunos estudios concluyen que el riesgo se eleva hasta el 60%.
Además, las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, otro riesgo añadido al sobrepeso y la obesidad. Según algunas investigaciones como la realizada en el año 2010 por la Escuela de Salud Pública de Harvard, los adultos que toman uno o dos refrescos azucarados diariamente, tienen hasta un 26% más riesgo de desarrollar esta enfermedad que los adultos que consumen las bebidas azucaradas de forma esporádica.