Un millón de conductores exceden la velocidad, que causa 300 muertes al año

  • Campaña especial de control y sensibilización de la DGT sobre el exceso de velocidad

La Dirección General de Tráfico (DGT) afirmó este lunes que cada año mueren más de 300 personas en las carreteras españolas en accidentes en los que la velocidad fue un factor concurrente, por lo cual esta semana realizará una campaña de intensificación de los controles de vigilancia sobre la velocidad con el fin de concienciar a los conductores sobre este motivo de riesgo. La DGT indicó que circular a una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de los fallecidos en accidente de tráfico y señaló que la campaña pretende recordar a los conductores la importancia de recordar los límites de velocidad y comprobar que se cumplen.

Este organismo del Ministerio del Interior ha invitado a los ayuntamientos y a las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias de tráfico a sumarse a esta campaña para que se transmita el mensaje de que los límites de velocidad se deben respetar, más aún cuando muchas ciudades cuentan con vías en la que los diferentes actores comparten espacio (coches, motos, bicis...). La campaña traspasa las fronteras españolas y se realizará de forma simultánea en 25 países a través de la Red Europea de Policías de Tráfico (Tispol).

En el último estudio de medición de la velocidad realizado por la DGT, los indicadores obtenidos describen que las vías convencionales limitadas a 90 km/h son las carreteras donde más se incumplen los límites de velocidad, ya que cuatro de cada 10 conductores circulan a velocidad superior a la permitida, un 25% superan la velocidad en más de 10 km/h y un 12% en más de 20 km/h. En el caso de las vías limitadas a 100 km/h, el porcentaje de vehículos que superan la velocidad establecida es algo menor.

Debido a esta situación, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán esta semana los controles en este tipo de vías, carreteras que presentan un mayor riesgo vial y que registran ocho de cada 10 fallecidos.

300 TRAMOS PELIGROSOS

Por otro lado, la DGT ha puesto en marcha un proyecto para señalizar 300 tramos de carreteras convencionales calificados como más peligrosos tanto por los excesos de velocidad como por la siniestralidad en el quinquenio 2010-2014 (denonimado 'Invive', acrónimo de INtensificación de la VIgilancia de la VElocidad), mediante la instalación de una señal fija que se sitúa bajo la señal vertical de limitación de velocidad del tramo. Estos tramos van a ser sometidos a mayor control y vigilancia de la velocidad con medios policiales o automáticos.

Hace un año la DGT publicó una instrucción por la que se unificó en todo el territorio de su competencia el umbral de tolerancia con el que actúan los radares, tanto fijos como móviles, de modo que los conductores conozcan cuál es la velocidad a partir de la cual cualquier radar va a denunciar. Ese umbral de tolerancia es de 7 km/h si el límite es inferior a 100 km/h y de 7% si es superior.

Por otro lado, la DGT indicó que un millón de conductores circulan cada año a velocidades superiores a la permitida, un hecho que "en ocasiones acaba en un simple susto, pero que en otras las consecuencias son letales no sólo para los ocupantes del vehículo que no ha respetado los límites de velocidad, sino para terceras personas que compartían la vía en el momento del suceso".

La velocidad genérica máxima para turismos y motos es de 120 km/h en autopistas y autovías, 90 o 100 km/h en las carreteras secundarias (según la anchura del arcén) y 50 km/h en las vías urbanas. Esos límites son inferiores para furgonetas, camiones y autobuses.

Los conductores que incumplan esos límites estarán cometiendo una infracción grave o muy grave, sancionada con multa de 100 a 600 euros y la pérdida de entre dos y seis puntos, dependiendo del exceso de velocidad cometido.

En el caso de que el exceso de velocidad fuera superior en 60 km/h en vía urbana o en 80 km/h en vía interurbana a la permitida reglamentariamente, el Código Penal lo tipifica como delito y es castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o a la de multa de seis a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y, en cualquier caso, a la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.