Crear mapas microscópicos del cerebro completo de pacientes con enfermedad de Alzheimer. Es el principal objetivo del proyecto Alzheimer 3 π, una iniciativa Cajal Blue Brain, UPM y Fundación Reina Sofía. Se trata de crear un cerebro en 3 dimensiones. Con este órgano sentimos, pensamos, recordamos e incluso nos enamoramos. Dicen los neurobiólogos que no "tenemos" cerebro, sino que "somos" cerebro. Es lo que más hace distinguirnos del resto de especies animales. Sin embargo no lo conocemos. Nuestro cerebro pesa unos 1400 gramos pero en tan sólo un milímetro cúbico del mismo encontramos unas 90.000 neuronas y miles de millones de sinapsis, es decir de conexiones entre esas celulas nerviosas. EL proyecto Alzheimer 3 π busca recrear virtualmente ese órgano. Uno de sus promotores es el neurobilógo de la UPM y CSIC quien asegura que trabajan en mapas microscópicos del cerebro para intentar recrear paso a paso cada uno de los procesos y elementos que se dan en este órgano. Sabremos así como funciona, y también como el alzheimer lo deteriora.
Para llevar a cabo este trabajo no sólo se precisan neurólogos y biólogos. Se necesitan matemáticos, ingenieros computacionales, informáticos y hasta músicos que ideen como recrear cualquier actividad cerebral. Se han hecho composiciones musicales para recrear la disposición de las espinas neuronales y se comprueba como las melodías son mucho más intensas y movidas en cerebros sanos y más lentas y sosegadas en enfermos de alzheimer. Tambien los matemáticos tienen que hacer modelos para que en el ordenador veamos como se representa la adhesión de las proteinas que marcan la presencia de la enfermedad de alzheimer en las neuronas. Para ello se utilizan muestras de finísimo espesor de cerebro a las que se les inyectan colorantes para poder visualizarlas microscópicamente. Microcapa a microcapa se va escaneando el cerebro y aunque parezca difícil al final asegura Javier de Felipe consigueremos completar un cerebro porque es un órgano que mide lo que mide y que tarde o temprano podrá conocerse con exactitud. Entretanto el camino es seguir acumulando mapas microscópicos que nos marquen la ruta del Alzheimer.