Unas cien personas han sido detenidas durante una protesta realizada frente a la sede central de McDonald's en Oak Brook, a las afueras de Chicago, para reclamar un salario mínimo de 15 dólares por hora y mejores condiciones laborales.
Según los organizadores, la ruidosa manifestación de unos 2.000 trabajadores, activistas comunitarios y religiosos llegó a esa localidad, ubicada a unos 32 kilómetros de Chicago, para participar en la primera de las dos jornadas de protesta convocadas para coincidir con la celebración este jueves de la asamblea general de accionistas de la compañía.
En previsión de la manifestación, la empresa de restaurantes de comida rápida cerró hoy parte de sus oficinas y exhortó a sus 3.200 empleados a permanecer en sus casas, lo que obligó a cambiar el lugar de la manifestación a otro punto del complejo de edificios, que ocupa varias manzanas.
Los manifestantes, que portaban carteles con las consignas "Lucha por 15" y "Valemos más", y coreaban en inglés "15 dólares y un sindicato", fueron vigilados de cerca por agentes policiales de Oak Brook que practicaron detenciones por invasión de propiedad privada.
Según un documento del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), los detenidos fueron más de cien y entre ellos figura su presidenta, Mary Kay Henry.
APOYO FINANCIERO
Este sindicato ha prestado apoyo financiero y de organización a las protestas de los empleados de restaurantes de comida rápida, que comenzaron a fines de 2012 en Nueva York y se extendieron a otras ciudades de Estados Unidos, así como a otros países.
Kendall Fells, del Fast Food Forward, un grupo de activistas financiado por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, calificó la protesta como "una de las principales que haya enfrentado McDonald's hasta el momento".
Deivid Rojas, del Comité Organizador de los Trabajadores de Chicago, dijo que los empleados se sienten frustrados por los salarios bajos y la falta de respuesta de la empresa a los seis paros que realizaron en los últimos 18 meses.
"También queremos que tomen conciencia que ya no están lidiando con adolescentes que buscan ganarse unos dólares, sino con adultos que en su mayoría luchan para criar hijos con un salario promedio de 8,94 dólares por hora", declaró.
"Estamos trayendo las protestas a las puertas de la compañía porque sabemos que pueden mejorar nuestra situación, la de nuestras familias, comunidades y la economía en general", expresó por su parte Adriana Álvarez, empleada en un restaurante de comida rápida desde hace cuatro años.
Los activistas prometieron hacerse muy visibles hoy y mañana ante los accionistas, franquiciados y ejecutivos de la empresa, en particular el director ejecutivo de McDonald's, Don Thompson.
El movimiento por un mejor salario mínimo se centraliza en la mayor cadena de comida rápida del mundo, que tiene más de 35.400 restaurantes, en su mayoría franquicias, pero también ha ganado fuerza en los últimos meses entre los empleados del resto de la industria.
Según cifras del Departamento de Trabajo de EE.UU., el año pasado hubo 3,3 millones de personas que recibieron el mínimo federal salarial de 7,25 dólares por hora o menos. Casi la mitad de estas personas trabaja en empresas de alimentación.