En torno al 60 por ciento de los jóvenes de 16 a 34 años aboga por permitir el consumo, la venta y el cultivo de cannabis en España a pesar de que un porcentaje similar admite que es una sustancia peligrosa y que con su legalización se consumiría más. Así se desprende de los resultados de una encuesta del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) con más de 1.200 participantes, que muestra como "mayoritariamente los jóvenes apuestan por una legalización controlada", según ha destacado Eusebio Megías, director técnico de esta institución.
"La mayoría dice que avancemos, pero con cuidado, y marcan una serie de líneas rojas", según ha destacado este experto en la presentación del informe.
Así, en el caso del consumo un 45,5 por ciento defiende que debería permitirse a los adultos en privado, un 14,5 por ciento que también debería ser público y un 2,7 por ciento más que debería ser legal a cualquier edad y en cualquier circunstancia. En cambio, sólo un 26 por ciento defiende su prohibición y sanción.
Lo mismo sucede con la venta, ya que la mayoría (53,6%) cree que debería permitirse a adultos pero siempre que sea controlada a través de farmacias o en sitios autorizados, un 8,6 por ciento que no haya limitación y sólo un 1,3 por ciento ve favorable que se permita a cualquier edad.
Y en cuanto al cultivo, un 30,7 por ciento está a favor del autocultivo para consumo propio, un 17,9 por ciento a favor de que también se encarguen de ello cooperativas o asociaciones y un 12,9 por ciento de que se permita a cualquiera, pero con control público.
Asimismo, un 58 por ciento de los encuestados es partidario y tolerante con los clubes de cannabis al entender que permiten un consumo responsable y no les molestan, y sólo un 22,4 por ciento admite que deberían prohibirse o no tolerarse por ser una forma de burlar la ley.
De hecho, un 37 por ciento cree que en el futuro habrá una mayor aceptación social de esta droga en España y hasta un 30,4 por ciento está convencido de que las leyes sobre el cannabis se acabarán suavizando.
Una situación que, según el 55 por ciento de los encuestados, propiciaría un aumento del consumo, menos que quienes creen que esto estaría asociado a un aumento de los problemas.
LA MAYORIA NO LA CONSUMIRIA MAS SI FUERA LEGAL
Además, el 81 por ciento asegura que su consumo propio no cambiaría en esta hipotética legalización, frente a un 5 por ciento que la consumiría más y un 7 por ciento que la probaría.
El director técnico de la FAD ha reconocido diferencias en la permisividad del consumo de cannabis según el sexo y la edad, de modo que "las mujeres son más precavidas o conservadoras" mientras que los adolescentes "muestran una visión más parecida a los adultos más mayores en cuanto a su legalización".
"Quizá porque todavía están bajo el impacto de los mensajes educativos o preventivos mientras que, a medida que crecen, comienzan a despegarse y apuestan por una legalización más controlada", ha explicado.
PELIGROSA... COMO EL TABACO O EL ALCOHOL
Una tendencia que, además, contrasta con la percepción de peligrosidad de esta sustancia. Aunque en los últimos años ha bajado la percepción del riesgo de su consumo y muchos lo equiparan al de otras sustancias legales como el tabaco o el alcohol, un 60 por ciento considera que es bastante o muy peligrosa.
No obstante, el nivel de riesgo está asociado al tipo de consumo ya que cuando es diario el 62 por ciento lo ven como una fuente de problemas. En cambio, si se consume sólo los fines de semanas sólo un 27 por ciento cree que sea problemático.
De hecho, la mayoría de encuestados ven a los consumidores esporádicos como "personas corrientes, que buscan pasarlo bien o tener experiencias diferentes y sólo un 24 por ciento cree que son influenciables", ha explicado Anna Sanmartín, coordinadora del Centro Reina Sofía. En cambio, los consumidores habituales son vistos como personas "con problemas, irresponsables o que pasan de todo".
Además, en el estudio los jóvenes constatan una evolución de la opinión pública sobre el cannabis a mejor, según dos tercios de los encuestados, que se debe a una mayor y mejor información, a la experiencia positiva de personas de su entorno o a haberla probado o conocerla mejor.
Ante estos datos, el director genera de la FAD, Ignacio Calderón, ha insistido en la necesidad de "esforzarse un poco más" para educar en valores desde la edad infantil y alertar de los riesgos del consumo de esta sustancia, a pesar de que todavía se están investigando los efectos neuronales que conlleva. Además, ha pedido diferenciar entre el uso lúdico y el terapéutico del cannabis.