En los medios de comunicación y en las redes sociales la palabra 'implante' y las siglas 'PIP' están cobrando cada vez más fuerza.
Las personas afectadas, en su mayoría mujeres de España y Latinoamérica crecen día tras día en estos soportes para denunciar esta injusticia ante quien haga falta y lo más rápido posible.
Es un problema que afecta a unas 12.000 mujeres en toda España, a cientos de miles en todo el mundo y a todas aquellas que tienen implantes mamarios. Hablamos de los implantes o prótesis de mamas PIP, sobre las que los gobiernos de muchos países han determinado retirarlas por su peligrosidad.
También en España, esta misma semana, aunque no para todas las afectadas. El Ministerio de Sanidad ha puesto sus condiciones, pero no cuenta con el apoyo de todos los profesionales, los cirujanos plásticos y estéticos.
En marzo de 2010 las autoridades francesas detectaron que las prótesis mamarias PIP estaban fabricadas con un gel de silicona diferente del declarado, que ponía en duda sus garantías y alertaron sobre la posibilidad de que produjeran cáncer.
En nuestro país se advirtió del problema un mes antes al Ministerio de Sanidad español, pero no se hizo nada y ya se ha creado una plataforma de afectadas.