La vitamina C, el zumo de naranja que tanto asociamos a fuente de salud, consumido en grandes cantidades interactúa con la quimioterapia y puede alterar sus efectos. EL ginseng es un revitalizante que no deben tomar mujeres con cáncer de mama o de útero hormonosensibles. Son tan sólo dos ejemplos de productos naturales que afectan negativamente a ciertos enfermos oncológicos. Pero en herbolarios y parafarmacias hay muchos más. Por ejemplo el selenio, que está de moda, ha sido estudiado porque se le atribuían poderes preventivos para el cáncer de mama, pulmón y prostata. Pues bien, según el Dr. Pedro Pérez Segura coordinador del Grupo de Prevencion de SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) los estudios llevados a cabo no sólo no han podido demostrar ese poder sino que en incluso uno de esos estudios dejó en evidencia que "el selenio puede aumentar el riesgo de sufrir un cáncer de prostata".
Los oncólogos tras comprobar en sus consultas que por otras terapias sus tratamientos no funcionaban bien, han decidido habilitar en la página web www.oncosaludable.es un apartado que bajo el epígrafe de Medicina Intetrativa recopila todas las verdades de los productos naturales y todas las interacciones que pueden tener con los tratamientos. Esta medicina integrativa, también llamada complementaria, engloba plantas medicinales, minerales y algunas "terapias" cuerpo-mente que suponen una ayuda para que los pacientes con cáncer puedan afrontar mejor su enfermedad. Sin embargo no todo lo natural es inócuo. De hecho el presidente de la SEOM el Dr. Juan Jesús Cruz aconseja que " todos los pacientes digan a su oncólogo todo lo natural que esten tomando, aunque sea un zumo de naranja, para saber si tienen interacciones con su tratamiento ".
No es algo que afecte a una minoría. El 30% de los enfermos de cáncer, buscan apoyo en las medicinas alternativas.