En lo que va de verano -entre los meses de junio y julio- han perdido la vida por ahogamiento en el agua un total de dieciocho personas, por lo que el Ministerio de Sanidad ha hecho un nuevo llamamiento a la precaución, con la que se evitarían la mayor parte de estos accidentes.
La subdirectora general de Promoción de la Salud y Epidemiología, Rosa Ramírez, ha recordado, en declaraciones a Efe, que en muchas ocasiones se peca de "exceso de confianza" al tomar un baño en un medio desconocido, con consecuencias trágicas como lesiones o fallecimientos que, lamentablemente, se repiten cada verano.
A lo largo de 2011, según datos recopilados por Efe, al menos 50 personas han muerto mientras se bañaban en España, 40 de las cuales son varones frente a 9 mujeres, además de un bebé del que se desconoce el sexo.
En cuanto a los meses en los que se han registrado los sucesos, 3 de las víctimas fallecieron en enero, 2 en febrero, 4 en marzo, 12 en abril, 11 en mayo, 11 en junio y 7 en la primera quincena de julio.
Por comunidades autónomas, 14 personas perecieron en Canarias, 7 en Andalucía y en Comunidad Valenciana, 5 en Cataluña, 4 en Baleares, 3 en Aragón, 2 en Asturias y Murcia, y 1 en Navarra, Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, País Vasco y Galicia.
Por grupos de edad, 22 eran mayores de sesenta, 16 tenían entre 18 y 59 años, 7 eran menores de edad y de 5 personas se desconoce este dato.
Con respecto al lugar donde ocurrieron los hechos, el mar encabeza la estadística con 26 ahogamientos (sin contabilizar a los buzos), seguidos de 11 en piscinas, 6 en ríos, 2 en pantanos y otros 5 en diferentes sitios: una ría, un embalse, una laguna, una boca de riego y una balsa de riego.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año fallecen por ahogamiento en la región europea más de 5.000 personas, con edades comprendidas entre los cero y 19 años.
La subdirectora general de Promoción de la Salud y Epidemiología ha indicado que algunas de las personas que sobreviven a un ahogamiento quedan con un daño cerebral permanente o con lesiones medulares.
En muchas ocasiones, ha apuntado, estas dolencias se producen por cometer imprudencias, adoptar conductas de riesgo o por un momento de relajación en la vigilancia de los padres.
Es aconsejable también bañarse acompañado, especialmente en el caso de las personas mayores que sufran alguna patología previa, para que si algo sucede otra persona pueda proceder al rescate.
Ramírez ha insistido en que estos peligros se pueden evitar de forma "muy sencilla", respetando en primer lugar las normas de seguridad, y ha aportado algunos consejos prácticos.
Antes de tirarse al agua se debe conocer bien el fondo y la profundidad para evitar lesiones medulares, ha dicho la subdirectora, quien ha recordado que entre el 4% y el 11% del total se producen por actividades deportivas.
Ha subrayado que los padres, madres y cuidadores deben vigilar atentamente a los menores cuando están en el agua o jugando cerca de ella, y ha advertido de que el ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa, y, la mayoría de las veces, la víctima se perdió de vista solo unos minutos.
Además, ha apuntado que muchos siniestros tienen lugar en el entorno familiar -bañeras, piscinas privadas y piscinas hinchables- y ha hecho hincapié en que un bebé puede ahogarse en pocos centímetros de profundidad.
La mejor medida de seguridad en las piscinas privadas es el cercado perimetral de la piscina, aislándola de la vivienda y con una altura de 1,2 metros de altura y que no sea posible escalar.
La responsable de Promoción de la Salud ha destacado que si los niños no saben nadar deben usar chaleco salvavidas o flotador, tanto si se meten en el agua como si van a estar jugando cerca de ella.
Ramírez ha resaltado que bañarse de noche o después de haber bebido alcohol es muy peligroso, porque disminuye la capacidad de reacción, produce desinhibición y fomenta conductas de riesgo.
Finalmente, ha recomendado la nueva guía "Disfruta del agua y evita los riesgos", editada por el Ministerio y Cruz Roja Española, donde a través de sencillos cómics se enseñan conductas de seguridad al ir a tomar un baño.