Un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha publicado un artículo en el que se analiza la relación entre ingresos hospitalarios urgentes por enfermedades neurológicas, niveles de contaminación ambiental y temperaturas extremas.
Los resultados señalan que, de las 15.437 hospitalizaciones con carácter de urgencia por causas neurológicas entre 2013 y 2018 analizadas en el estudio, cerca de 2.000 -un 12,5% del total- pueden atribuirse a la contaminación atmosférica, y casi 200 -un 1% del total- se relacionan con las altas o bajas temperaturas.
El estudio, que se ha publicado en la revista Atmospheric Environment, recuerda la interacción entre ambas variables, contaminación y temperaturas, en relación con la salud y el riesgo de enfermedad.
El vínculo entre las enfermedades neurológicas y variables ambientales, como la contaminación atmosférica y las olas de calor y frío, no se ha estudiado hasta ahora con profundidad, señalan los autores.
Por ello, el Departamento de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano de la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII ha llevado a cabo un estudio analizando más de 15.000 hospitalizaciones urgentes a nivel diario por demencia, Parkinson, Alzheimer y esclerosis múltiple, y su posible relación con los niveles de contaminación y las temperaturas extremas.
La investigación, un estudio ecológico retrospectivo, se ha llevado a cabo en 10 de las provincias más pobladas de España, utilizando datos de los años 2013-2018.
Para ello, se han analizado los citados ingresos urgentes por causas neurológicas, las concentraciones medias diarias de partículas en suspensión PM10 y PM2,5, dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico (O3), así como las temperaturas máximas y mínimas diarias en olas de calor y frío, respectivamente.
Gracias al uso de herramientas estadísticas se han estimado los ingresos hospitalarios atribuibles a cada variable de riesgo ambiental. En términos de contaminantes durante el periodo analizado, 245 ingresos fueron atribuibles al efecto de las concentraciones de PM, una cifra inferior a los atribuibles al NO2 (581) y al ozono (1.107).
Los autores, liderados por los doctores Julio Díaz y Cristina Linares, que coordinan el citado Departamento de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano, concluyen: "El elevado impacto de la contaminación atmosférica en este tipo de ingresos hospitalarios, junto con el envejecimiento de la población, los efectos del cambio climático y la inminencia de un aumento cada vez mayor de la población que vive en las grandes ciudades, recomienda la adopción urgente de más medidas destinadas a reducir los niveles de contaminación a los que está expuesta la población".