Más de la mitad de las personas que han encontrado trabajo en los últimos meses lo han conseguido a través de las pymes y de contactos. La reuniones cara a cara (o networking) son cada vez más comunes, sobre todo entre jóvenes emprendedores y autónomos.
Los expertos aseguran que un 75% de los puestos de trabajo que ofrecen las empresas no llegan a anunciarse nunca ni en la prensa ni en Internet. Son un "mercado oculto" de ofertas de empleo al que sólo se puede acceder a través de contactos personales. Pero hay que saber gestionarlos.
Ahí entra el concepto de networking, que podríamos traducir como gestión de la red de contactos.
Se calcula que una persona adulta tiene entre 1.500 y 3.000 contactos, aunque no recuerde a muchos de ellos. El networking es bastante más complejo y debe organizarse cuidadosamente.
Lo primero es tener muy claro qué tipo de trabajos nos interesan y qué formación, experiencia y habilidades podemos ofrecer. A continuación, se empieza a trabajar la red.
Es imprescindible llevar un registro detallado de nuestras llamadas y reuniones y anotar la información obtenida de cada persona y si hemos acordado volver a contactar con ella en el futuro. El objetivo, sobre todo, es conseguir que estas personas nos pongan en contacto con otras mejor situadas que puedan informarnos sobre empresas y puestos de trabajo concretos.
Lo realmente importante, de hecho, es llegar a conocer a profesionales en activo del mundo de la empresa.