La menor de 13 años que está ingresada en un hospital de Sevilla por una intoxicación alimentaria que, presuntamente, causó la muerte de sus padres y de una hermana en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) evoluciona favorablemente, mientras ha aumentado la tensión política en la localidad tras este suceso.
Un portavoz de la Consejería andaluza de Salud ha rehusado pronunciarse sobre las causas de este suceso mientras siga bajo secreto sumarial, ha dicho que el equipo médico actuó según el protocolo previsto y ha asegurado desconocer posibles quejas o denuncias sobre la cobertura sanitaria prestada a los fallecidos.
La Junta ha pedido prudencia sobre esta tragedia, pues se desconocen el resultado de las autopsias a las víctimas -un hombre de 61 años; su esposa, de 50 y una de sus hijas, de 14- y de los análisis toxicológicos de productos encontrados en el domicilio.
El matrimonio fallecido se levantaba cada día a las siete de la mañana y salía a las calles para, con la ayuda de una pequeña furgoneta, recoger cartones, cajas de plástico y ropa vieja para obtener algún dinero con su venta, actividad que mantenían hasta última hora de la tarde, según testimonios de sus vecinos recogidos por Efe.
También aceptaban donaciones de comercios que les proporcionaban alimentos caducados o a punto de caducar pero no eran demandantes habituales de los servicios sociales municipales, a los que habían recurrido en alguna ocasión, ha dicho a Efe la delegada municipal de Asuntos Sociales, Mariló Gutiérrez.
El fallecido era fontanero en paro, trabajó para una aseguradora y perdió el empleo al inicio de la crisis, y era padre de otros dos hijos mayores de edad, fruto de una unión anterior, un varón que vive en la Comunidad Valenciana y una mujer que tiene su propia familia, reside en Alcalá de Guadaíra y que, según fuentes municipales, se ha mostrado dispuesta a hacerse cargo de su hermana de 13 años cuando salga del hospital.
El piso que habitaban, un bajo en un bloque de cuatro alturas sin ascensor, estaba embargado por una entidad bancaria desde hace años, aunque no había orden de desalojo de la familia, según los vecinos.
Las dos adolescentes asistían regularmente al instituto público y hacían una vida normal, mientras que el padre tramitaba el salario social.
Alcalá de Guadaíra, muy próxima a la capital sevillana, tiene unos 74.000 habitantes censados y Cáritas atiende allí a 690 familias como mínimo con una asistencia mensual, ha dicho su coordinador local, Antonio Muñoz.
CONMOCIÓN EN ALCALÁ DE GUADAIRA
La conmoción en esta localidad es notable y Ayuntamiento ha decretado tres días de luto y ha suspendido los actos oficiales previstos para hoy en señal de duelo por este suceso.
El suceso ha aumentado la tensión política en este municipio donde mañana el movimiento 15-M e IU han convocado una concentración "como señal de protesta ante esta tragedia, que entendemos, se podría haber evitado", según un comunicado de la formación política.
IU ha denunciado que los recortes de los gobiernos de Zapatero y Rajoy "están conduciendo a la pobreza y la exclusión social a millones de familias", así como "la insuficiente política local para paliar los efectos de la crisis" en esta localidad.
También ha recordado que pidió en un Pleno que el equipo de gobierno socialista redujera sus sueldos a la mitad y destinara el resto a la partida de emergencia social, lo que el PSOE tildó entonces de "ocurrencia".
El PP de Alcalá de Guadaíra ha expresado su apoyo al alcalde socialista, Antonio Gutiérrez Limones, y ha señalado en un comunicado que desde que se produjo el trágico suceso "las especulaciones no han parado de circular, llegando al insulto e incluso acusaciones muy graves hacia el gobierno local".