Los medios de extinción han tenido que emplearse a fondo este miércoles de madrugada en Galicia, principalmente en Ourense, por los incendios forestales que han llevado a activar la situación 2 de emergencia en esa provincia y han obligado a desalojar núcleos de población y confinar otros.
Así, han tenido que abandonar sus hogares una veintena de habitantes de Somoza y otros tantos de Penapetada, en el municipio de Trives, según ha trasladado la alcaldesa, Patricia Domínguez.
En ese municipio, han tenido que pasar la noche confinados en la Estación de Montaña de Manzaneda, por precaución, los niños y monitores de un campamento de verano.
A sus familias se les trasladó un mensaje de tranquilidad y se les pidió que no intentaran acceder al complejo por la noche ya que podían correr riesgos y entorpecer la labor de los servicios de emergencias.
Allí se desplegó un importante dispositivo para garantizar su seguridad en todo momento y, según los medios de extinción, lograron estabilizar las llamas, que siguieron sin control en otros puntos del municipio.
El fuego también ha amenazado núcleos como los de Calveliño do Monte en Maceda, o As Chás en el de ayuntamiento de Oímbra, donde también hubo evacuaciones.
De Oímbra, el fuego pasó al de Monterrei, donde se acercó a las casas de Medeiros, lugar en el que ardieron patios y se produjeron evacuaciones, según su alcalde, José Luis Suárez.
En A Mezquita, medio centenar de usuarios de una residencia de la tercera edad también tuvieron que pasar la noche en otra de la provincia de Ourense por el incendio en la parroquia de Esculqueira que este martes obligó a desalojarles.
Quince incendios en Galicia, seis activos
Según el último balance de la Consellería de Medio Rural, hay quince incendios en Galicia, seis de ellos activos, y se mantiene la situación 2 de emergencia tanto en la provincia de Ourense como en el fuego de Dozón, en Pontevedra, que sigue sin control con 300 hectáreas afectadas.
En Ourense continúan activos los de Chandrexa de Queixa, tanto el de Requeixo (4.500 hectáreas) como el de Parafita (500 ha), además de los de Maceda-Santiso (1.700 ha), Oímbra-A Granxa (más de 200 ha) y A Mezquita-A Esculqueira (100 ha).
Están estabilizados en esa provincia los de Ourense-Seixalbo (50 ha), Maceda-Castro de Escuadro (450 ha), Vilariño de Conso-Mormentelos (180 ha), Montederramo-Paredes (120 ha) y Vilardevós-Moialde (40 ha), así como el de Samos-Santalla (200 ha), en Lugo.
Están controlados los de Verín-Mourazos (9 hectáreas), en Ourense, y los de A Estrada-Souto, en Pontevedra (20 ha), y A Fonsagrada-Monteseiro (150 ha), en Lugo.
Ya se ha dado por extinguido el de Cartelle-Anfeoz (14,6 ha), en la provincia ourensana.